domingo, 26 de diciembre de 2010

La frontera


X Tona Mini



Recuerdo tan bien el pasado, como sonaba la canción de Imagine de John Lennon, en este mismo cuarto, mientras mi padre iba haciendo su maleta para irse ese mismo día de la casa a un lugar quizá lejano. Como me ha retumbado cada momento de mi vida esa canción sobre mis recuerdos. Nunca hiciste lo suficiente para que las cosas mejoraran. Esta vez no iba de vacaciones ni de trabajo, esta vez se iba a hacer una vida, según sus palabras, pero tú le dijiste que se iba a hacer una muerte. El contestó que sí, que seguramente eso encontraría, y que no la rechazaría. Dijiste que la muerte era lo único que uno no podía rechazar, que era inútil. Dijo que la muerte era parte de la vida y tu dijiste que no, que la vida era parte de la muerte. Hasta que llegaron a un extraño convenio según el cual acordaron que el sueño era parte de ambas. A los pocos minutos volvieron a pelear por otra cosa. El dijo que se iba y punto. Tu dijiste que no se iría y el siguió guardando sus cosas. Nunca te llevaba la contra, eso te hacía sentir poderosa, pero en esta ocasión, sentías el deseo que te contradijera. Pero era imposible, tú siempre lo contradecías. Tú gritabas que eran la peor pareja, que habían hecho la peor familia, que sus dos hijos habían salido inútiles, y él solo decía que sí, y mientras tú le dabas todos los argumentos para que pudiera debatir el dicho con cosas tan obvias y fáciles de negar el solamente movía la cabeza afirmativamente. Cuando no encontrabas obviedades mayores dijiste que por la situación todos estábamos tomando un tono verde en la piel. El nos miró y luego se rió como denunciando tu locura. Llenaste el cuarto de mentiras, tantas que mucho tiempo pensé que las cuarteaduras que se hicieron tiempo después habían aparecido por todas las mentiras estaban amontonándose para salir y buscaban su expulsión. Por eso esta casa parece caerse. Dijiste decenas de argumentos falsos que de ser ciertos favorecerían la idea de la separación. Somos la familia más pobre. Dijiste viendo el bosque que rodeaba nuestra casa tipo californiano, tocando con cierto nerviosismo la seda de las cortinas. Nunca estás aquí dijiste frente a las fotos de la pared sin verlas, donde estaba él conmigo recibiendo mi diploma de primaria, de secundaria, contigo en la playa, con los dos en una montaña, adentro del auto, en el techo reparando una gotera, siempre estaba presente. En la escuela me preguntaban si mi papá no trabajaba. Porque siempre estaba con nosotros. También le dijiste que nunca hacía tareas del hogar, lo decías parada sobre un piso limpió y brillante que el había pulido el día anterior. Cuando ya no pudiste decir más mentiras le dijiste que ya no lo querías, lo decías mientras llorabas y tus lágrimas definían un río húmedo que arrastraba tu maquillaje oscuro, dejando ver tu piel clara. Como si estuvieras lista para decir que eras su negra esclava. Y el a todo te decía que sí. Nunca lo vi dándote tanto la razón porque si nunca te contradecía, tampoco nunca estaba de acuerdo contigo. Era neutral en la guerra que todos los días librabas tu contra ti. No era la primera vez, diario se lo decías, él te pedía que le dieras una oportunidad, que haría un esfuerzo, que ahora sí dejaría de tomar, realmente siempre dejaba de tomar, y siempre volvía a beber, le reclamabas y él decía que no te preocuparas, que el cuerpo tenía que descansar, ya fuera de tomar o ya fuera de beber. Se ponía a trabajar, y nos invitaba a comer o al cine y salíamos contentos los cuatro. Era un efecto que duraba 12 horas, siempre pensé que podía ser producto de una medicina, todas las medicinas tienen un efecto limitado. Y siempre cargaba sus pastillas, eran tres, pensé que las pastillas servían para uno, estar contento, dos, no enojarse y tres, echarle ganas. Pero también hacían efecto en ti, siempre pensé que tu también tomabas las pastillas. Volvían a pelarse y volvía a pedirte una oportunidad, a veces decías que las oportunidades así se llamaban precisamente porque la palabra venía del latín “oportunitas” de “op” que significaba ante y “portus” puerto, o sea que oportunidad era como estar ante un puerto. Que los viejos marinos veían en los puertos los lugares donde podían satisfacer todas sus necesidades, incluso las sexuales. Eso se lo decías cada vez que podías y una vez el te dijo, pues aprovechemos el puerto, vayámonos de vacaciones a Tampico, porque de ahí eres. Ese día tu le dijiste, de acuerdo, vamos a Tampico, hicieron las maletas y al ver eso, yo y mi hermano tuvimos un ataque de risa y alegría. Nos fuimos cantando y contando cuentos todo el camino, tu contaste el mismo chiste 6 veces. Ese del hombre que entra a la librería y le pide a la encargada el libro “Hombres, el sexo fuerte” y ella responde Ciencia Ficción en el siguiente pasillo. La primera vez soltó una carcajada, la segunda una risa, la tercera una sonrisa, la cuarta una mirada, la quinta un gesto, a la sexta no hizo nada. Entonces tú te enojaste, le preguntaste primero si estaba enojado, ante la negativa le dijiste que él no quería cambiar. Y yo les pedí que no se pelearan, tu volteaste y nos sonreíste, entonces le acariciaste el cuello, y mejor cantamos. Cuando vimos el mar
tu dijiste, aquí está el puerto, la oportunidad, ¿Qué haces frente al puerto? Le preguntaste y el respondió ¿me ahogo? Entonces te enfureciste, golpeaste el carro, casi rompiste el vidrio. Apagaste la música. Dijiste que no podía ser posible tanto pesimismo. El dijo que el pesimismo era la garantía de acierto. Y frunciste el seño y así te duró hasta el regreso. Ese fin de semana fue él más horrible que recuerdo en mi vida, yo y mi hermano no abrazamos como siempre y no nos soltamos hasta que estuvimos de nuevo en México. Yo siempre tratando de proteger a mi hermano menor. Nunca pensé que dos personas podían estar abrazadas tanto tiempo. Hoy todavía cuando veo a mi hermano permanecemos abrazados un gran rato y yo pienso que es en recuerdo a ese día. Que hacía una persona ante un puerto. Le preguntabas que qué había hecho él ante cada puerto que se le presentaba, ante el puerto que habías sido tu en su vida. Le dijiste que su vida era un desperdicio, que no servía para nada, que era un puerto sin muelles a donde llegaban barcos sin anclas . Que no tenía comparación con los viejos marinos que si tenían que hacer todo lo necesario, que esa era la diferencia entre distintos tipos de navegantes, le dijiste que el navegaba por la vida sin que hubiera puertos, que quizá cruzaba océanos. Le preguntaste que cuales eran los puertos de su vida y contestó que el puerto de Veracruz y el de Manzanillo. Dijiste que había dos tipos de personas, los que aprovechaban los puertos y los que los dejaban pasar tontamente, los que desaparecían todas esas oportunidades. Y mientras iba guardando sus cosas yo le pedía que se tomara una pastilla para echarle ganas que así al rato se contentaría, pero ya no se tomó ninguna. Iba saliendo él por la puerta y yo le gritaba llorando, y seguía el disco de Imagine porque tu lo habías puesto en repetición, como si quisieras ponerle fondo musical a la situación tan horrenda. Tómate por favor tus pastillas, quédate. Le grité que no podía dejar a dos niños, uno de 11 y uno de 10. Mi hermano me abrazó y le seguí rogando a mi padre que no se fuera. Pero él seguía en ese tortuoso proceso de guardar cada camisa, doblarla, y quitarle algo de polvo. Y tu le decías que para que quería tantas camisas, si todas eran blancas. Que si quería las podía guardar ahí, y que fuera cuando quisiera por ellas. El te dijo que eso era definitivo, que no iba a regresar ni por camisas ni por ninguna otra cosa. Mientras tú, sacaste tu agenda y le dijiste que no se fuera en ese momento, que estaba bien que se fuera pero no en ese momento, tomaste tu lápiz e hiciste cuentas, no te puedes marchar que no ves que en junio es mi cumpleaños, en julio apartamos tiempo en Acapulco, ¿que no es tu puerto también?, en agostó son vacaciones y los niños tienen que disfrutarlas, en septiembre son las fiestas patrias y quedamos de ir con los González Cedera a celebrar a Querétaro, en octubre cumple años mi papá y ves que ya está muy enfermo, en noviembre vamos a ir a la fiesta de día de muertos de Teotihuacan, quedamos con los Ferrer Almeida, en diciembre es navidad que estamos tratando de decidir si lo pasamos con los Alcantara Iñaki o con los Valtierra García y en enero es principio de año. En febrero no tenemos ningún compromiso pero yo presento mi declaración de ingresos y vez que siempre me ayudas con eso, febrero es el mes del amor y la amistad, que te parece si te marchas en marzo, mientras no sea en primavera. Es una mejor fecha que no sería tan traumática. Que no ves que ya me voy, ¿no te das cuenta? ¿Crees que esto es un acto social o una fiste? Al contrario, es un acto antisocial. Es un terremoto. No es un compromiso social tampoco, muy al contrario es el rompimiento de cualquier compromiso. Es como tus lágrimas, es mi compromiso con la realidad, de que nada cambiará. Y tu volvías a decirle todas esas mentiras suplicando con la mirada que te contradijera, como gritándole, ¿no vez que cosas tan absurdas te digo?, querías que te gritara, que comenzara a recitar por primera vez, no es cierto, somos una bonita familia, no somos pobres, no somos lo peor, somos idénticos a cualquier otra familia, somos lo mejor. Pero no se atrevió a contradecirte, en todo tenías razón.

¿Qué no estoy viendo el pasado, que estoy viendo el futuro? ¿Qué las cuarteaduras están en mi casa y no aquí? ¿No las reparaste? ¿Qué yo soy quien tomo pastillas? Para la memoria o la depresión? Estas mal, ¿para que serían las otras dos? La locura no se cura con pastillas. No es cierto, yo nunca he tomado pastillas a escondidas. Mi padre no tomaba insulina. No es cierto, mi padre no marcho en silencio el último día que lo vimos. Claro que sabes latín, no me mientas. No me digas que no te sabes todas las etimologías latinas. No es cierto, a mi nunca me gustó el latín, es mentira no era la materia que mas estudiaba yo en la preparatoria, deja de mentir, yo nunca dije que sería traductor de latín. Si eres de Tampico madre, no me trates de confundir. no es Ana quien es de allá, porque me quieres volver loco. No es cierto, cuando mi padre se fue yo no tenía 14 años sino 10 años sino 14 sino 10. No lloraste cuando se fue ¿Qué el lloro? ¿Quieres embaucarme en que lo que recuerdo no es mi vida? Es ridículo, ¿Cómo iba a recordar una vida que no es la mía? ¿Cómo voy a recordar el futuro? Es absolutamente ridículo. lloré.

No es cierto, no es cierto y no es cierto. El chiste del que hable no lo escuchaste en el Show del gordo ese que salía en la tele, cuatro años después de que mi padre muriera. Tu lo contaste no te hagas tonta. No era un chiste nuevo. No, recuerdo clara tu voz cuando contaste el chiste de la feminista en la librería, no lo contó Ana en la navidad pasada como dices, y no fue ella quien me lo contó, tu lo contaste. No evadas la realidad. Entiendelo, no soy yo quien peleó con Ana, tratas de ver en mi lo que viviste con mi padre. No, no, no, no soy yo quien tiene un tiempo en Acapulco. No es Ana, no es Ana la que siempre planea todo, no es ella quien planea morirse un 23 de abril. ¿A que estamos? ¿Dijo de que año?

¿Como se planea la propia muerte? ¿A eso le llaman muerte natural? No, no son mis amigos los Ferrer, los González y todas las familias aquellas, no son amigos míos, no me confundas, tengo las imágenes claras. No me volverás loco.

¿Imagine? No es cierto, cuando se fue mi padre, ya había salido la canción Imagine. No es cierto, no salió un año después. Tu no me acompañaste a comprarlo, ni fuimos al centro tomado de tu mano. No llegamos a escucharlo a la casa, ni me tradujiste la letra ni te pusiste a llorar, ni decías que no podías imaginar un mundo perfecto, ni que no te alcanzaba la imaginación, ni cuando terminaste de llorar, sonó el teléfono y era mi padre. No, no es cierto. Ni preguntó por ti, ni por mi hermano, ni siempre se preocupó por nosotros ni por ti.

Ni estoy recordando el futuro, ni por fin puedo ver el presente, ni aunque sea como un reflejo de mi futuro.

El gran secuestro de Santa Claus

EL GRAN SECUESTRO DE SANTACLOS (Cuento de Navidad)

Por Robin y Tona Mini

El accidente

En la única hacienda pagada por hacienda, la hermosísima Hacienda El Congal de Dios, en pleno Valle Queretano, donde la ecología se conserva desde hace quinientos años, al igual que los sistemas feudales, el ruido metálico rompía la acostumbrada paz. Los conejos saltaban a buscar refugio a sus madrigales. Las aves volaban estrepitosamente, pero la sierra eléctrica continuaba dando vuelta tras vuelta rompiendo los oídos de cristianos y cristeros.

La tarea de El Jefe, dueño de esa portentosa propiedad y también de parte del destino nacional, era crucial, debía terminar la bodega de madera para almacenar todo lo necesario durante el año. En particular se estaba enfocando a cubrir parte del techo aún no terminado, con tablones de madera que él mismo iba cortando. Tenía numerosos trabajadores, peones y alguno que otro para el cual no existía clasificación laboral moderna, pero él quería hacerlo sólo, últimamente un brujo recomendado por la Señora Gordito, le había dicho que necesitaba recrear su tiempo libre, que se alejara un poco del litigio y la política, que aunque fueran sus profesiones naturales ya lo tenían contaminado en su vida profundamente espiritual. En consecuencia en pro de un nuevo jobi, su trabajador Macías, el mismo carpintero que había levantado la cabaña del rancho con sus propias manos, le daba clases de carpintería tal como se le dan a un niño acompañadas de algo de fayuca catecista. Ahí mismo, en esa gigantezca bodega habían instalado un taller de carpintería.

- Ahora si será usted como nuestro señor rey padre progenitor Jesús de Nazareno –gritaba el maestro con ánimo y fuerza para que lo pudiera escuchar el alumno a pesar del ruidazal-, él era carpintero

- Bendito sea Dios –decía el Jefe moviendo torpemente sus maduras manos de adelante para atrás, echando aserrín por todos lados, mirando cada polvo con detalle, e imaginando que era dinero –así es el dinero, vuela y cae al suelo, pero siempre, por alguna extraña razón vuela más del que cae, siempre parece poco y pequeño si te fijas en cada centavo, pero si lo ves todo junto, es una nube universal, en el aire parece poco, pero se amontaña en el suelo

- ¿Amontaña?

- Hace montañas…. ¡Indiujo¡

- ¿Será que algo del polvo lo respiramos antes de que pueda caer señor jefe y patrón?

- No seas idiotujo, el que no cae, queda volando, hay que estar en la posición correcta para que te caiga, que te bañe

- Sí señor –decía Macías corrigiendo la postura de las manos del hombre maduro para mostrarle el camino correcto del serrucho, según él, lo primero que El Jefe tenía que hacer, era dejar su puro al momento de trabajar, pues le quitaba agilidad, le repetía una y otra vez, que manejar herramienta con su puro le iba a ocasionar un problema- aquí vuela mucho polvo

En ese momento El Jefe vio que uno de los niños que acostumbraban andar por la hacienda, se escondía en la bodega con algunos objetos extraídos de la misma y le gritó a uno de los criados dedicados a la vigilancia.

- ¡Criadujo! ¿Qué ya no miras con finura? Detened a ese infantujo, y quítale eso que ha robado, no son juguetes para él, que no sea ladronujo y dadle una tunda muy dura

Le dieron un azote al chamaco por su propio beneficio, le quitaron unos juguetes que se había intentado robar y lo regresaron con sus padres, también criados del rancho. Luego El Jefe siguió con sus deberes auto aplicados. La auto disciplina ante todo. Siguieron el rastro y apreciaron que el niño se había pasado precisamente por el hueco que aún no estaba remendado.

- ¡Es deber de nuestra persona, acabar esta diligencia con premura pronta¡ - dijo el Jefe con firmeza

El Jefe era un alumno rebelde y decidido, se había negado a seguir la recomendación del maestro de no usar la sierra eléctrica sino hasta haber tenido un completo manejo de las herramientas manuales.

- No seáis pendencierujo fiel maestro –decía en plena desobediencia con su sierra eléctrica en mano, tan gigantezca que apenas y la podía aguantar. La levantó con ambas manos echando todo su cuerpo hacia atrás. Mientras pensaba cuantos tablones le faltaban y recordaba que era la primera vez que trabajaba en su vida, que eso debía dar frutos, aunque fueran marchitos.

El maestro salió del taller bendiciendo la sierra, le pidió a El Jefe si se la podía limpiar un poco, le unto agua bendita que había recabado de la capilla que tenían en la hacienda, la traía en un vaso con hielo, según él, para que no se echara a perder, no quería que ocurriera algo grave. Luego le echo unos centavos a la alcancía con una virgen que había puesto El Jefe afuera del taller, y le pidió a la virgen que evitara con su fuerza cualquier percance por ese peligroso aparato. El sonido se hacía cada vez más estremecedor. Zzzzzm Zzzzmm zzzzzmmm. El Jefe giraba y sólo se oían zumbidos zzzzmm zzzzzzm y algunos ruidos secos trrrrrc trrrrrracccacaca de algunos objetos a los que pasaba volándoles algún pedazo.

Después de una media hora, aunado al ruido estremecedor, se escuchó un grito cuando El Jefe sitio la máquina fuera de control

- ¡Ay Chingaderuja!

En ese momento la hacienda se puso en alerta roja.

- Un tres dos capricornio en 35 de carpintería –emitió el responsable de seguridad

30 guaruras se concentraron en el taller que estaba en la bodega para ver que le pasaba a El Jefe. El piso se pintaba de rojo de extremo a extremo.

- ¿Que pasó Señor Patrón Jefe?

- Esta sierra eléctrica es una porqueruja, que se ha trabado con un clavo que había en la madera y que ha empezado todo a brincar – decía manchado de rojo y buscando su puro que había soltado de la sorpresa.

El maestro no podía recurrir al clásico “se lo dije” pero al menos intentó un remedo de ese estilo paternal

- El disco se ha de haber endiscado –le instruía al alumno y al mismo tiempo patrón mientras este daba una especie de discurso que fue interrumpido por uno de los guaruras

- Señor Patrón, ¿Este dedo es suyo?

El Señor Patrón le dijo al interruptor que no fuera de la indiada, que como creía que se le iban a estar cayendo los dedos como si fueran palmeras. Le hizo algunos ademanes para enfatizar su dicho cuando con sus manos enfrente se dio cuenta de lo que ni el dolor pudo aclararle. Se dio cuenta que le faltaban dos dedos.

- ¡Mierdujo! Que amputado de dos dedos he quedado –decía, mientras examinaba si no le faltaba algo más y veía que de su mano brotaba como si fuera manguera de presión un borbotón de sangre

El Jefe tomó el dedo y se lo intentaba poner sin éxito. Así que decidió otro tipo de estrategia

- A ver Macías, tráeme tu vaso con hielo y sostenlo – terminaba de decir colocando su dedo en el vaso pintándole de inmediato con una apariencia de agua de jamaica

Entre los otros veintiséis guaruras se pusieron de inmediato a buscar el otro dedo mientras que el último de ellos decidió llamar a una ambulancia y El Jefe se dirigió a él rápidamente mientras alzaba su mirada y veía por el hueco del techo, el cielo azul y limpio que le proporcionaba inspiración y gracia.

- ¡Mierdujo! –dijo El Jefe sosteniendo arriba la mirada y dibujando una sonrisa

- ¿No le duele señor patrón?

- ¡Pinchorujo! No hables a la ambulancia, habla a la institucionalidad policíaca, que se me ha ocurrido algo bueno.

- Si señor –dijo el acomedido mientras otro guarura ya habían sacado su sándwich de su bolsa, la había llenado de hielos y había puesto ahí el dedo, según las instrucciones dadas en el curso de primeros auxilios. “Ante la pérdida de una extremidad, procede su inmediata conservación en frío para que pueda ser restaurada por un cirujano sin la pérdida de sus características”.

La búsqueda del otro dedo continuó. Un guarura pensó haberlo encontrado.

- Aquí está el otro dedo –dijo levantando su hallazgo lleno de sangre

El Jefe fue para arrebatar el supuesto dedo para ver si embonaba en su mano pero en vez de eso resultó quemado

- ¡Mierdujo¡ Ese no es mi dedo es mi puro, pero esta bien, también lo necesito



En efecto aún salía un poco de humo del puro. El guarura se lo pasó y El Jefe lo tomó con los dedos que le quedaban de la mano afectada para continuar fumando mientras manchaba un poco su boca de sangre.

- Que hablen a la institucionalidad policiaca, les he dicho

- Señor, con todo respeto, pero aquí no ha habido ningún delito

- Claro que lo ha habido y de lesa humanidad como podrá comprobar cualquier constitucionalista, llamen a mi hijo

Y entonces les explicó su trama. Los guaruras se sintieron en peligro de ser involucrados en una idea tan peligrosa y que requería tanta adrenalina como ellos tenían de colesterol. Más feromonas que hormonas. Pero pusieron manos a la obra. El Jefe solo puso una mano y cuatro dedos de la otra. Continuaron buscando el dedo sin éxito.

***

La idea

Al llegar la policía comandada por el General Chilazo, él y su ayudante el comandante Bazán interrogaron a toda la plantilla de pistoleros. Nadie esperaba que el mismo jefe de la policía se hiciera caso de la investigación, era algo realmente insólito. Bajó a sus dos perros de la patrulla para que buscaran indicios. Eran de lo mejor del equipo, el can más viejo había trabajado en el famoso caso Chanclet a pesar de ser ciego, pero su ceguera la limitaba con ayuda del otro perro que era su guía. El perro joven había sido de un ciego que lo donó a la corporación, así que en vez de dar de baja al perro viejo, le dieron su guía, otro perro. De cualquier modo ambos se guiaban por el olfato. Eran el Bocheli y el Estivi.

Algunos del equipo de seguridad al dar fe de los hechos coincidieron con que El Jefe antes de irse les afirmó que su madre era una pirujuja. Le preguntaron que a quien se refería y preciso que a la madre de todos menos a la de él. “Indiujos hijos de pirujuja” grito por la ventanilla de la camioneta donde lo amagaban. Esa partida no resultaba tan creíble, motivo por el cual, lo primero que sospecho el General Chilazo fue que entre todos los guardias habían fusilado al jefe y luego habían escondido el cuerpo desollado. Su filosofía era pensar que la mejor forma de encontrar al culpable era comprender que era lo que el hubiera hecho si fuera el delincuente. El había conocido a El Jefe en una junta de alto nivel, cada momento pensó que si pudiera lo mataría sin problemas. Mientras acababa de llegar y respirar la primera vivencia recibía una llamada del secretario de Seguridad Girón.

- ¿Mataron a El Jefe? –preguntó el General Chilazo a los guaruras tapando el micrófono del teléfono para apagar algo del sonido ambiental. En ese momento el Secretario Girón sin preguntar más, mandó desde su computadora un mensaje a tuiter donde afirmaba que habían matado a El Jefe. Antes del primer noticiero de la tarde, la nación estaba impresionada por la presumida muerte de El Jefe. Hubo una manifestación de agradecimiento a la virgen y otra manifestación por la paz.

- No, no lo mataron, lo han secuestrado- eso ya no lo escucharon del otro lado, así que quedó en rumor

- Investigaremos a fondo

- No, no investigarán nada –salió a escena Molochón, el hijo de El Jefe para suplicar en tono de orden que no se les ocurriera seguir investigando nada porque los secuestradores eran personas muy peligrosas que habían ordenado que no se metiera la policía. Les dijo que ya había dado instrucciones al presidente de la república de que ordenara suspender la investigación.

- De acuerdo, sólo déjenme hacer un chequeo de rutina, ya sabe que esto si viene de mero mero arriba –dijo el General Chilazo y preguntó a uno de sus ayudantes si había visto alguna huella importante-

- Hasta ahora nada, supongo que usaron guantes

A Molochón no le gustaba nada eso de que estuvieran recabando pruebas. Pero toleró el hecho porque a un General no era tan fácil darle órdenes.

Los perros ladraban y olían de un lado a otro. El perro viejo seguía a su guía.

El General echó un ojo a la mansión. Vio algo muy sospechista en la bodega e hizo algunas llamadas. Observaron la bodega y el taller de carpintería dentro de ella, todo en relativo orden. Luego le dijeron los guaruras que ahí había sido el último lugar donde alguien lo había visto. Y uno de ellos ofreció su teoría

- Es que escuché a los secuestradores que le dicen, donde esta tu gps, que no tengo gps, como no vas a tener gps, si gracias a la información que logramos bajarle sabemos que estás aquí, dime o te retazamos como pollo, ¿pollo? Ni que fuera indujo, lo que tengo es un celular insertado en el gluteo izquierdo y me duele cuando me siento. Yo creo que le quitaron el celular que tenía insertado en el gluteo izquierdo. Aunque yo no se si lo dijo para tantearlos.

También pidieron el testimonio del responsable de la bodega y apareció el maestro de carpintería. Había un poco de sangre en el piso.

- ¿Y esta sangre?

- Debe ser del gluteo izquierdo donde tenía su teléfono insertado

- Señor carpintero, aquí fue donde vió a El Jefe la última vez, ¿Qué estaba haciendo?

- Pues hacia cuentas, yo creo que llegó la camioneta por él hasta aquí

- ¿No le parece sospechosista que le hayan rebanado el gluteo izquierdo y halla tan poca sangre?

- El Jefe tenía muy buena coagulación –dijo el carpintero mientras movía de lugar el vaso que parecía contener agua de jamaica

- Que hacen tantos juguetes aquí –preguntó el General mientras crecía su fascinación al ver en esa bodega cantidades industriales de bicicletas, motocicletas, metralletas muy realistas aunque seguramente eran de juguete, albercas inflables, espadas. El paraíso de cualquier niño.

Había juguetes de todo tipo regados por toda la bodega. En el fondo había grandes y pequeñas bolsas negras como las usadas para la basura, pero, por lo visto también llenas de juguetes. Unas contenían carritos, otras Barbies, otra pelotas. Parecían que iban a reventar. En el techo se colaba un poco de luz, por la parte que aún carecía de madera. El General Chilazo siguió con su vista la luz y llegó al suelo. Se colaba un poco de luz por las partes donde aún faltaba cubierta de madera. Abajo el perro ciego olfateaba con ansiedad.

- Es que mi papá va a donar al teletón- se adelantó a contestar Molochón con algunas lágrimas en las mejillas

- pero al teletón de china supongo, aquí hay tantos juguetes como para opacar a los reyes magos, esta bodega es de juguetes, ¿que tiene negocio de juguetes el jefe en la merced?

- Como le dije, hemos ordenado al señor presidente para que se suspenda la investigación, la vida de nuestro patriarca está en riesgo

- Nada más dígame que hace aquí tanto pinche juguete, ya sabe como es la prensa internacional, no quiero que ustedes estén en problemas más tarde

- Ya le dije que es para el teletón, mi padre siempre ha sido particularmente filantrópico, no soporta ver la cara de un niño triste y se la pasa donando

Molochón se vió sensiblemente apenado e invitó al General a retirarse.

- No se preocupe, ya nos vamos, solo faltan algunos detalles -Chilazo se agachó para acariciar al perro ciego, acabaron de fijar la escena del crimen con algunas fotos y salieron.

***

El regreso

De regreso a la oficina el General platicaba con su asistente.

- Esto no me gusta nada, viste que en la bodega estaba el coche de La Barbie?

- Pues a mi me parece lógico, está de moda y ahora viene en promoción con Ken, había unas bolsas llenas de Barbies

- No seas idiota, el de Alias La Barbie, el narcotraficante. Que tiene que hacer entre tanto juguete un auto de un narcotraficante

- Ay dio, ¿Qué tiene que hacer el coche de la Baribie?

- Es lo que te pregunto

- Bueno, de cualquier manera ya ordenaron que se detuviera la investigación

- No, ni madres yo no voy a cancelar ni madres de investigación, voy a llegar al fondo de esto, es muy sospechosista tanto juguete junto, pero además, ve lo que me traje

Chilazo sacó una bolsa con un dedo dentro.

- Lo encontró el Estivi cuando olfateaba en la bodega

- Pero los secuestradores quitan dedos, entonces sí lo secuestraron, porque no le dijiste a su hijo del dedo

- No seas bartola, si fueron los secuestradores para que le iban a quitar el dedo antes de irse, los dedos los envían como prueba de que tienen a la persona en cautiverio, otros mandan orejas, pero esto está muy raro, pero me preocupan más los juguetes

- Quizá sobraron del día del niño, ve que hay gente que le da a sus trabajadores juguetes, a mi me preocupa más el dedo

- No mames, tanto juguete, ni que fuera el dueño de PEMEX

- Dicen que sí…

- El dedo primero tenemos que saber si es de él, voy a pedir que le hagan estudio genético

- Ay ay –dijo el ayudante y aceleró hasta llegar a 140 y así se fue el resto de la carretera.

Al llegar a la oficina, recibió una llamada extraña

- Deje en paz El Jefe, nadie en el mundo desea que le pase algo, lo amamos, usted lo ama, sus hijos, recuerde que tiene hijos, recuerde que nosotros tenemos hijos también, ¿entendió? – y colgaron

- ¿Esta bien jefe?-preguntó Bazán

- No me digas jefe –dijo recordando a la victima

- Ah perdón, pero ¿esta bien? ¿lo amenazaron?

- No, no entendí –dijo al colgar y luego le explicó a su ayudante el problema- me están diciendo que no me acerque a la investigación de El Jefe porque todos lo aman mucho, es ridículo, no es ni una amenaza, ni una advertencia, porque tengo hijos, pero tambien ellos, etc. No entiendo

Chilazo metió tomó una muestra del dedo en sangre, le hizo otros procedimientos y luego lo metió al congelador de su servivar.

***

La primera carta

Algunos días después de la desaparición de El Jefe, en el periódico se publicó una foto donde estaba de torso desnudo, deteniendo un diario que comprobaba la reciente toma y al fondo una bolsa de plástico de basura. El Jefe se veía un poco demacrado pero vivo, con la barba crecida. Además había alguna información escrita.

CHACHALACAS ILEGITIMAS: TENEMOS AL JEFE DE LOS PODEROSOS SECUESTRADO, PRONTO DIREMOS NUESTRAS EXIGENCIAS QUE NO SERAN POCAS PERO SERAN REPUBLICANAS

DESAPARECEDORES QUE EMPIEZAN CON A Y ACABAN CON O

- Este discurso se me hace conocido

- Si General, seguro lo secuestró el Peje, siempre le ha tenido mucho rencor… empieza con A…y acaba con o…si es el peje, lo tenemos…

- No… pero quizá la esposa del peje

- ¿La peje…? ¿la PG…?-

El General vio cerca de 10 minutos seguidos la fotografía hasta que le gritó a su ayudante y salieron a la hacienda del Congal de Dios.

- ¿A donde vamos?

- Acabo de descubrir algo, la bolsa del retrato es la misma que la bolsa aquella gigantezca de los juguetes

El General pidió entrar, por más que le dijeron que el presidente había recibido la orden de suspender la investigación, todos sabían que Chilazo trabajaba directamente con la policía internacional y podía hacer prácticamente lo que quisiera. Pidieron una orden judicial y Chilazo la entregó. No tuvieron más que abrir. Luego pidieron la carta original que decían, habían mandado los secuestradores. También pidieron una orden y se la dieron. Entraron a la bodega donde todo estaba a primera vista exactamente igual como lo habían dejado la última vez. Tomaron una muestra de la bolsa de plástico. Los juguetes seguían ahí aunque el techo ya había sido reparado. Seguía el auto de la Barbie. Tomaron otras pruebas e inspecciones de menor importancia y se retiraron. En el camino disertaron un poco sobre el caso.

- La bolsa negra de la foto sí es una de las bolsas de los juguetes, justo la que contiene las barbies

- Entonces El Jefe sigue ahí.

- ¿O sea que se trata de un secuestro a domicilio?

- No seas tarimapendécuaro, o sea que es un autosecuestro, según la teoría del síndrome de Estocolmo es lo más lógico, El Jefe se ama a si mismo ahora que se ha autosecuetrado

- No entiendo

- Bah, no importa, por favor extrae posibles huellas en la carta

Ahí mismo, en el auto, Bazán sacó las huellas

- Ahora compáralas con estas –decía el General mientras le ofrecía unas huellas testigo impresas en un diurex

- Son idénticas Jefe

- Que no me digas jefe, claro que son idénticas, la del diurex la saqué del dedo que encontramos, y el dedo como confirmaron los estudios de DNA es de El Jefe, así que el Jefe escribió la carta

- Ya tenemos el caso

- Ni madres, namás nos falta lo más difícil, ¿para que tanto arguende? Paque chingados se quiere secuestrar, para que tiene tantos juguetes, has un listado de todos los juguetes que encontramos, que cualquier cargamento de ese tipo de juguetes nos sea reportado, ve todos los anuncios de juguetes que encuentres en los periódicos, vete unos meses antes

***

La segunda carta

Unos meses después volvió a aparecer en los periódicos una nueva figura de El Jefe secuestrado. Chilazo y Bazán sólo reían de todos los comentarios que se hacían en la oficina al respecto. Que si había sido la OLP, Bin Laden, Fidel Castro. Algunos le echaban la culpa hasta la FAO.

- Esta segunda carta no le hagas caso, es la misma basura y ya tenemos las huellas de la otra

- Si me lo permite, también pediré a la familia la segunda carta

- Haz lo que quieras

Más tarde entro Bazán a la oficina de Chilazo y le mostró un documento.

- 300 mil barbies poetizas General, se trata de un cargamento que había sido donado al teletón, osea que era verdad lo que dijo el hijo de El Jefe, esto tira su teoría General, indudablemente son las de la bodega, hablé a la fábrica y me dijeron que las barbies poetizas se agotaron hace varios meses, son justo el modelo que estaba en la bodega, su teoría se tambalea General

- Al contrario, sólo nos explica para que tiene tantos juguetes, los dona al teletón, ¿pero que más?, sólo Santa Claus estaría interesado en donar tantos juguetes

- Claro, y donándolos al teleton se ahorraría la entrega, ese es el móvil

- No, no es eso, además ahora tienen el monopolio los reyes magos, sigamos con nuestras líneas de investigación

Bazán se fue y regresó por la tarde con su jefe. Ahora traía toda la información de juguetes y jugueterías. También traía varias secciones de anuncios, sobre todo de empleo, le interesó relevantemente que había gran cantidad de anuncios para contratar Santa Clauses y reyes magos desde enero.

- Escuche, “se solicita personal para disfrazarse de santacloses y reyes magos”, esta es de enero. Aca hay otra “se solicita santaclos con barba natural de un año”. Llamé a esos lugares y veo que está muy raro. Siempre cuelgan. Lo más extraño es que es un 01800 pero tiene base en el polo norte

- ¿En el polo norte?

-

- No podemos ir allá

- No se preocupe, ya me ayudó el jaker de informática de servicios especiales, estuve enviando algunos mails y he logrado entender un poco lo que ocurre.

Luego dio su versión.

- No son reamente anuncios comunes. Tratan de aparentar ser orientados a los santacloses que trabajan en las tiendas, cuando realmente son las invitaciones a las grandes licitaciones para el verdadero santaclos. Yo no sabía que cada año son renovados santa closes y los reyes magos. Para santaclos se trata de una licitación secreta internacional. No sabemos a ciencia cierta quien la genera, quizá las empresas jugueteras, o quizá la CIA para mantener las culturas orientales a raya. En el caso de los reyes magos es una licitación nacional. A principios de año, El Jefe participó en una tercia para ser de los reyes magos, junto con el presidente que sería Baltasar y el ex presidente Tox seria Gaspar. Iban a ser los ganadores, sin embargo El Jefe quería repartir el 80% de los regalos pues argumentaba que de él eran los contactos. Gaspar y Baltasar se retiraron pero el ya había negociado la adquisición de los juguetes con algunos de sus contactos. Así que entró a la licitación para ser Santaclos. Por eso la llamada donde le dicen que sus hijos saldrían perjudicados, no lo estaban amenazando sino le estaban dejando claro que los dejarían sin juguetes.

- Pero eso no explica nada Bazán, que hay del secuestro

- Claro, el autosecuetro lo planeo El Jefe, pues tenía que estar fuera de la escena pública un año para que le creciera su barba blanca. Por eso no debía entrar la policía, pues encontraría todas las pistas

- ¿Pero que hay del dedo?

- La segunda carta que usted desechó, tenía la clave, hay dedo que no aparece en la segunda carta, sólo en la primera. Para mí, que perdió dos dedos, no uno. Pero uno, luego quedó inmovilizado y ya no lo ocupó en la segunda carta para ninguna clase de movimiento o manipulación del escrito.

- Era muy poca sangre para un dedo

- Sí, porque la limpiaron, realmente la sangre fue porque se cortó con la sierra, se rebanó dos dedos, uno lo salvó y se lo pusieron, llamaron a un médico o lo llevaron a un hospital. El agua de jamaica que estaba en el taller no era agua de jamaica, ahí habían puesto el dedo mientras se lo ponían. El Jefe al revanarse los dedos vió una oportunidad para hacerse pasar por secuestrado, pues si iba a perder los dedos, al menos que se le sirviera para argumentar un creible secuestro., la carta primera, tardó mucho porque tenía que reponerse de la cortadura. Los guaruras lo llevaron con su médico particular para que le cosiera el dedo. Pero para la segunda carta, su dedo ya había perdido motricidad y por eso sus huellas ya no aparecen.

- Pero que gana con repartir juguetes

- No, los reparte el teletón, el lo que hace es deducir impuestos, si hubiera sido rey mago solo hubiera podido deducir la tercera parte. Pero urgía que fuera liberado antes de navidad, si no no podrían liberar todos los juguetes restantes

- ¿Y el coche de la barbie?

- El Jefe tiene que tener nexos con el narco para poder repartir en el norte y en michoacán

- Pide una orden de aprensión de inmediato

En eso sonó el teléfono y mientras se enfundaba su cuarenta y cinco, presionó el botón de espiker para que también escuchara su ayudante por si acaso era de su incumbencia.

- Chilazo, ven a la conferencia de prensa de El Jefe, lo acaban de liberar sus captores, es un grupo muy agresivo terrorista pero por fin han negociado

- ¿Cuantos dedos tiene?

- Que te importa eso hombre, ven rápido o te lo pierdes

Ambos policias se quedaron viendo con total frustración.

- No habrá aprensión General

- Pero si habrá regalos –dijo mientras volvía a colgar su armamento